sábado, 30 de mayo de 2009

Fisiologia vejiga

La vejiga es un órgano único de localización central en la pelvis, de forma esférica que se continúa con la uretra en su porción más inferior. Su función es de almacenaje acomodándose mediante distensión a volúmenes de orina que varían entre 250-500ml. De la misma forma desempeña un papel fundamental en la expulsión de orina al exterior cuando alcanza su límite de capacidad de llenado. Para el proceso de expulsión (micción) la vejiga se contrae utilizando su porción muscular denominado músculo detrusor constituido por fibras musculares lisas de control vegetativo autónomo. Este músculo gracias a sus características elásticas es capaz de distenderse hasta su capacidad máxima sin apenas variar su presión interior, fenómeno conocido como acomodación. En su interior debemos diferenciar una porción denominada trígono de forma triangular limitada por los dos orificios ureterales y el uretral

Tracto urinario inferior


Incluimos la vejiga, la uretra y el músculo estriado periuretral, así como la próstata en el varón. La vejiga se sitúa en la parte anterior de la pelvis, inmediatamente por detrás del pubis. En ella podemos distinguir el cuerpo y el cuello vesical, pero funcionalmente nos interesa el músculo detrusor y la región del trígono. El cuello vesical o parte inferior de la vejiga, se continúa con la uretra y en continuidad con la próstata en el varón. La capa muscular de la vejiga corresponde al músculo detrusor y su acción fundamental es la de provocar la evacuación del contenido vesical.
A nivel del cuello vesical, la capa muscular se engruesa para formar el esfínter uretral interno de control involuntario. La uretra es el último segmento de las vías urinarias, difiriendo considerablemente en el hombre y en la mujer. La uretra masculina se extiende desde el cuello vesical hasta la extremidad libre del pene o meato uretral (unos 16cm). Consta de tres porciones: prostática, membranosa y esponjosa o peneana.
Donde termina la uretra prostática y se inicia la porción membranosa, está rodeada del esfínter uretral externo (estriado), de control voluntario, situado entre las fascias del diafragma urogenital. La uretra femenina es mucho más corta que la del varón (unos 4cm.) y se extiende desde el cuello vesical hasta el meato externo. Los esfínteres tienen la misma localización que en el varón.
La próstata en el varón, tiene forma de castaña y descansa sobre la fascia superior del diafragma urogenital. Su cara posterior está en contacto con el recto. Es atravesada por la primera porción de la uretra (uretra prostática), de ahí las manifestaciones urinarias en el varón secundarias al crecimiento prostático.


iNERVACIÓN DEL TRACTO URINARIO INFERIOR

Inervación periférica.
Las estructuras del tracto urinario inferior (vejiga., uretra y esfínteres uretrales), reciben una inervación triple procedente del Sistema Nervioso Simpático, Sistema Nervioso Parasimpático y del Sistema Nervioso Somático.

El Núcleo Simpático se localiza en la médula espinal dorso- lumbar, desde las metámeras T10a L2. Su nervio es el hipogástrico, cuya función es inhibir al músculo detrusor y activar/ contraer al esfínter uretral interno.

El Núcleo Parasimpático se encuentra localizado en la médula sacra, a nivel de las metámeras S2- S4; de éste parte el nervio Pélvico, cuya función es la de contraer al músculo detrusor de la vejiga.

El Núcleo Somático o de Onuf se localiza en la médula sacra, a nivel de las metámeras S3- S4; su nervio, el Pudendo, estimula la contracción del esfínter uretral externo.


· Inervación central
El tracto urinario inferior está inervado por una serie de centros superiores cerebrales, donde el córtex o área motora del detrusor y el núcleo pontino son los responsables del control consciente y voluntario de la micción. De igual manera, existen otras áreas cerebrales involucradas en los reflejos de la continencia y la micción, las cuales pueden tanto interconectarse entre sí, corno enviar proyecciones a los núcleos medulares.

a.- Área Cortical del Detrusor o Córtex Prefrontal Medial: Se sitúa en la porción súperomedial del lóbulo frontal y forma parte del control consciente y voluntario de la micción. El córtex prefrontal envía proyecciones directas al núcleo pontino de la micción. Posiblemente, la activación del córtex prefrontal no está involucrada especialmente en la micción, pero sí en mecanismos más generales, como la atención y la decisión personal, o bien, si es el lugar y momento adecuado socialmente para iniciar la micción.

b.-Núcleo Pontino: Localizado en el tronco del encéfalo, en él se distinguen dos zonas funcionalmente distintas:

1. Núcleo tegmental dorsal: Localizado en la zona medial del tronco del encéfalo, se le conoce como "núcleo de Barrington", "centro pollino de la micción" ó "región M". El centro pontino de la micción recibe aferencias procedentes de la vejiga y de éste parten proyecciones eferentes hacia el núcleo parasimpático sacro, responsable de la contracción del músculo detrusor y de la relajación del esfínter interno.

2. Núcleo tegmental ventral: Localizado en la zona lateral del tronco del encéfalo o, también conocido como "Región L' o "Centro pontino de la continencia". De éste parten proyecciones hacia motoneuronas del núcleo somático o núcleo de Onuf en la médula sacra, responsable de la contracción de los esfínteres uretrales y por tanto involucrado en la fase de llenado vesical.

FISIOLOGÍA DEL TRACTO URINARIO INFERIOR: FASES DE
ALMACENAMIENTO Y VACIAMIENTO DE LA ORINA

La vejiga tiene la misión de almacenar la orina procedente del riñón y expulsar su contenido voluntariamente en el lugar y momento adecuado. La orina se almacena en la vejiga acomodándose ésta al contenido gracias al tono del detrusor el cual se comporta como un órgano no muscular, manteniendo una actitud pasiva de esfera viscoelástica. Durante esta fase, el músculo vesical permanece inactivo y los esfínteres activados, proporcionando la continencia. Cuando la vejiga alcanza su límite de repleción o "umbral de micción", se contrae para vaciar su contenido gracias al músculo liso vesical al tiempo que los esfínteres se relajan.


Al tiempo que la orina se acumula en la vejiga, ésta comienza a distenderse, provocando bajos niveles de aferencias hacia la médula sacra a través del nervio pélvico.




Esta información es transmitida al sistema Nervioso Simpático, que a través del nervio hipogástrico produce una relajación del músculo detrusor así como la contracción del esfínter uretral interno; de igual manera, se produce una estimulación del Sistema Nervioso Somático, el cual a través del nervio Pudendo, activa al esfínter uretral externo. Desde el tronco del encéfalo en
su región lateral, también llamado "Centro de almacenamiento o continencia Pontino" ó "Región L", parten fibras eferentes hacia el núcleo somático o de Onuf en la médula sacra, contribuyendo al aumento de la actividad del esfínter uretral externo. La fase de llenado es un proceso pasivo que depende de la musculatura lisa vesical y de la inhibición del Sistema Nervioso Parasimpático




FASE DE ALMACENAMIENTO:
Al tiempo que la orina se acumula en la vejiga, ésta comienza a distenderse, provocando bajos niveles de aferencias hacia la médula sacra a través del nervio pélvico.
Esta información es transmitida al sistema Nervioso Simpático, que a través del nervio hipogástrico produce una relajación del músculo detrusor así como la contracción del esfínter uretral interno; de igual manera, se produce una estimulación del Sistema Nervioso Somático, el cual a través del nervio Pudendo, activa al esfínter uretral externo. Desde el tronco del encéfalo en
su región lateral, también llamado "Centro de almacenamiento o continencia Pontino" ó "Región L", parten fibras eferentes hacia el núcleo somático o de Onuf en la médula sacra, contribuyendo al aumento de la actividad del esfínter uretral externo. La fase de llenado es un proceso pasivo que depende de la musculatura lisa vesical y de la inhibición del Sistema Nervioso Parasimpático
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FASE DE VACIAMIENTO:

Una vez alcanzado el umbral de presión para la micción, se produce una intensa actividad aferente procedente de la musculatura lisa de la vejiga. Dicha información aferente es recogida principalmente por el nervio pélvico y se dirige hacia los centros superiores. La información es recogida en el tronco del encéfalo en su región medial, también llamada centro Pontino de la micción, núcleo de Barrington o Región M. De aquí, parten proyecciones eferentes hacia el Núcleo Simpático, inhibiéndolo y con ello La relajación del esfínter uretral interno; hacia el núcleo Parasimpático, estimulándolo y con ello contracción del músculo detrusor e inactivación del esfínter uretral interno, hacia el Núcleo Somático o de Onuf, inhibiéndolo, y con ello inactivación del esfínter uretral externo. El resultado final de estas eferencias procedentes de núcleos superiores es la emisión voluntaria de orina.
La vejiga es un órgano musculoso hueco, redondeado, que normalmente puede distenderse para albergar un contenido de unos 500 ml. Sin embargo, en ciertas condiciones, la vejiga puede distenderse más allá de su normal capacidad. En el hombre, la cara posterior de la vejiga se sitúa cerca del recto. En la mujer, la porción superior de vagina y el útero se interponen entre la vejiga y el recto. La cara superior de la vejiga está cubierta por peritoneo. La vejiga recibe la irrigación directamente de las arterias iliacas internas o hipogástricas, así como a partir de pequeñas ramas de las arterias hemorroidales y uterinas. El drenaje linfático, vehículo fundamental en la difusión del cáncer de vejiga, sigue predominantemente el camino de los
vasos ilíacos internos, externos y comunes. La inervación parasimpática de la vejiga es para el músculo detrusor, que es el responsable de su contracción; la porción simpática del sistema nervioso autónomo actúa fundamentalmente a nivel de la base de la vejiga. El nervio pudendo inerva el esfínter externo, el cual rodea a la uretra. Las
interconexiones entre estos varios nervios permiten la contracción simultánea del músculo detrusor, así como la relajación y apertura de los esfínteres interno y externo. Las fibras sensitivas que transmiten las correspondientes sensaciones a partir de la vejiga distendida se corresponden con el parasimpático, a través del cual los impulsos llegan a la médula espinal, donde el centro vesical reflejo primario se sitúa a nivel de S2 a S4. La constitución de un arco reflejo a este nivel permite alguna funcionalidad a la vejiga en ciertos pacientes con afectaciones medulares. Dentro de la médula espinal existen fibras que conectan el citado centro primario con centros más altos, que permiten la supresión o inhibición de la urgencia en el orinar. Así, la vejiga normalmente continúa
llenándose, sin causar molestia, y, llegado un límite determinado, se provocan estímulos nerviosos que, sin embargo, según la propia conveniencia, pueden provocar una mayor expansión de la capacidad vesical o bien un vaciado de la misma.




Componentes del sistema de control de la vejiga.


Para un buen control de la vejiga, todos los componentes del sistema deben actuar en conjunto:
- Los músculos de la pelvis deben sostener la vejiga y la uretra.
- Los músculos del esfínter deben abrir y cerrar la uretra.
- Los nervios deben controlar los músculos de la vejiga y del suelo de la pelvis.
- La vejiga, como parte principal del sistema urinario, almacena la orina que ha generado el riñón. Éstos, filtran los desechos de la sangre, producen la orina y la envían a la vejiga a través de dos conductos llamados uréteres. Cada cierto tiempo, la orina sale de la vejiga a través de otro tubo, la uretra. La uretra es distinta en los hombres y en las mujeres. En ellas es un tubo corto que se abre justo delante de la vagina, mientras que en ellos, es más largo y pasa a través de la próstata y del pene. Gracias a este sistema de conductos, el cuerpo humano se deshace de los desechos de la sangre a través de la orina.





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